Minas de sal de Realmonte
Mitad geología, mitad turismo, Sicilia para un geólogo es como para un artista visitar el Louvre.
Sicilia es la isla más grande del Mediterráneo, el volcán que acoge, el Etna sigue estando activo, y cada cierto tiempo nos deleita con sus erupciones de pequeña escala (de momento) que hacen las delicias de geólogos, fotógrafos y turistas. El Etna es el volcán más grande de Europa y uno de los más activos del mundo.
Pero hoy quiero traer otro lugar de la isla de Sicilia, mucho menos conocido pero no menos espectacular que el monte Etna, me refiero a las minas de sal de Realmonte. Se trata de una mina de sal a 100 metros de profundidad con túneles de hasta 25 kms. Realmonte es una localidad situada en la costa sur de la isla. La atípica distribución de los paquetes de sal en esta mina hacen de este lugar un sitio espectacular por lo visual de estas estructuras que más bien parecen hechas por la mano de un artista.
Durante el período messiniense, hace unos cinco millones de años, se produjo lo que se llama crisis de salinidad del Mediterráneo, que dió lugar a la desecación de este mar y que originó grandes acumulaciones de sal en el fondo marino. Esta crisis de salinidad fue originada fundamentalmente por el cierre de la conexión entre el Mediterráneo y el océano Atlántico en lo que hoy se conoce como Estrecho de Gibraltar. Este hecho, unido al déficit entre precipitaciones y evaporación produjeron un incremento de salinidad en el mar Mediterráneo. Esta desecación produjo una cuenca salina con acumulaciones de sal de hasta 5 kms de espesor.
Una de estas acumulaciones salinas es la mina de sal de Realmonte, una maravilla geológica que además es una gran fuente de ingresos para la localidad de vecina debido a su gran producción de sal (unas 500.000 toneladas de sal al año).
El color de las diferentes vetas se debe a la humedad y diferencia los depósitos de inviernos de los de verano. La temperatura a la que el agua se evapora determina qué tipo de sal precipita, por lo que en verano precipita una sal diferente a la que lo hace en invierno.
El final de esta crisis de salinidad en el Mediterráneo tuvo lugar cuando un fenómeno geológico, probablemente un tsunami, sobre pasó la cordillera del Rift, que por entonces separaba el Mediterráneo del Atlántico e inundó de nuevo la cuenca Mediterránea.
Como geólogo, turista y aficionado a la geología, este es uno de los sitios que uno tiene en la agenda y que espera tener la oportunidad de visitar en algún momento.
